1/11/16

tío

Oye,
qué bien hemos venido en el autobús tú y yo, ¿eh?
Tantas horas por delante los dos,
tanta preocupación,
tanto problema,
tanta obsesión.
El viaje que podías haberme dado
y lo agradable que ha terminado siendo
tu compañía.
Todo lo que me has contado,
menudas ideas más suculentas,
vaya conexiones electrizantes.
¿Qué pasará cuando te quedes solo,
cuando se termine el dinero,
cuando te despedacen el corazón
(ya falta poco)
y te desangres por dentro?
¿Qué cuando todos los demás estén
donde querían estar
y tú sigas perdido?
(¿Son felices de verdad?
¿Son tan felices como parece desde aquí?)
Si tú y yo nos llevamos entonces
como nos hemos llevado esta tarde,
te lo aseguro, amigo mío,
todo eso de lo que hablas,
toda esa gente,
no va a importar una mierda.
Si tú y yo nos llevamos
como nos hemos llevado esta tarde,
joder,
se me ponen los pelos de punta
pensando en las cosas
de las que vamos a ser capaces
tú y yo. 
Confía en mí, tío.
Tú sólo confía.

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