16/5/13

la mano sin gloria

El cabo Hopkins repartía las cartas con la izquierda. Contaban que se había amputado la otra por las atrocidades que había cometido con ella durante la guerra. Algunas noches le oíamos gritar. El síndrome del miembro fantasma, decían. Una de esas noches no podía dormir y salí a pasear alrededor de los barracones. Escuché un alarido escalofriante y distinguí a Hopkins frente a una hoguera. Estaba cortándose la mano derecha con su cuchillo Bowie. Cuando terminó, la tiró al fuego. Una mano que por la mañana no tenía. Juro que fue así. Le ví hacerlo varias veces más. Hasta que se internó en la selva y desapareció para siempre.
 
(Escuchando: Blur - Girls and boys)

2 comentarios:

India dijo...

Que tu mano izquierda sepa siempre lo que hizo la derecha... para poder y querer cortar...
Brutal, Bu2on... 7 líneas de texto (aquí) e infinitas entrelíneas.
Beso.

budoson dijo...

Gracias, India. Siempre intento arreglármelas para contar cosas que sólo aparecen a partir de la segunda lectura.