25/1/10

el lobotomóvil del dr. freeman

Esta no es una historia agradable. Recogiendo el testigo del premio Nobel portugués Egas Moniz (cuyo verdadero nombre era António Caetano de Abreu), Walter Freeman llegó a realizar 2.500 lobotomías a lo largo y ancho de los Estados Unidos.

Corrían los años 30 y Freeman había desarrollado una manera rápida y eficaz de llevar a cabo esta práctica. Con un punzón, accedía al lóbulo frontal del paciente a través del conducto lacrimal y desmantelaba las conexiones nerviosas. Ni siquiera consideraba la anestesia como algo indispensable. Convencido de que había encontrado la manera de acabar con todas las enfermedades mentales existentes, desde la esquizofrenia hasta la depresión, pasando por cualquier tipo de desorden psicológico, Freeman decidió extender su técnica por todos los rincones del país. Se trasladaba en una furgoneta que él mismo bautizó con el lúgubre apelativo de Lobotomobile y operaba allá donde fuera necesario. Lo único que necesitaba era un picahielos y un martillo de caucho. Así estuvo durante 30 años. Como quien perfora el lóbulo (en este caso de la oreja) para hacer un pendiente. Sin complicaciones. Llegó a alcanzar tal nivel de ejecución, que se retaba continuamente a mejorar su marca. Su récord quedó fijado en 15 minutos por intervención.

La última paciente de Freeman fue un ama de casa a la que operó en febrero de 1967. Al poco tiempo, Helen Mortenson murió de una hemorragia cerebral. La carrera de Freeman había terminado. Tuvo que vender su casa y pasó los úlimos años de su vida visitando a antiguos pacientes en su lobotomóvil y tratando de convecer a la población de que su método era seguro y de que había mejorado la vida de miles de personas. Walter Jackson Freeman II moría de cáncer el 31 de mayo de 1972.

(Escuchando: Cab Calloway - Minnie The Moocher's Wedding Day)

2 comentarios:

zabala azkez dijo...

Conocí el trabajo del(joputa)Egas Moniz en "Monos como Becky", el documental de Joaquín Jorda. No conocía a Walter Freeman, que seguro que tiene un plus de joputez siendo norteamericano.

Quien está agusto en una sociedad enferma tiene un síndrome (todavía no diagnosticado) llamado neurosis de la normalidad.

Me despido atentamente. Saludos Budoson.

budoson dijo...

Neurosis de la normalidad... Interesante. Saludos, Z.A.