3/3/08

no hasta que por fin me haya mordido

No hasta que por fin me haya mordido. Mientras tanto, no pienso moverme de aquí. No hay otra manera de transmitir el virus y poder estudiarlo en el hombre pues, como saben, éste es el único ejemplar superviviente de los tres que aparecieron en el desierto. Y no le queda mucho tiempo de vida. Así que les ruego que se alejen de la zona protegida y nos dejen continuar con el experimento. ¿Que qué efectos puede tener sobre los humanos? Bueno, mi ayudante se encargará de averiguarlo a partir de ahora pero, por lo que sabemos, espero que no haya un cuarto espécimen suelto por ahí.

(escuchando: John Williams - The Arrival at Tatooine & The Flag Parade)

2 comentarios:

Nacho Carretero dijo...

Como más vale tarde que nunca, ya te he linkeado (formas parte de un selecto grupo)

Grandioso lo de la serendipia. Soy una víctima de este fenómeno desde hace años, pero de una manera brutal. Hablo de alguien durante un rato, y aperece de una manera u otra. He llegado a asustarme. Y a hablar durante horas de Salma Hayek, pero nada.

budoson dijo...

No desesperes; alimenta a las casualidades y te llevarás gratas sorpresas. Om.